domingo, 24 de mayo de 2015

La Famille Bélier

¿Cómo sería si vivieras en una familia destinada a un silencio interminable e involuntario, donde solo tú disfrutaras al 100% la capacidad de escuchar y comunicarte normalmente?, y ¿qué pasaría si además tuvieras una extraordinaria voz?

Hoy por hoy, en este lado del planeta, no estamos acostumbrados a que nos cuenten una historia como la de Paula Bélier y su familia. Sin embargo, el que un relato como este haya encontrado la forma de llegar hasta nosotros, es motivo de celebración.

Esta película nos lleva a hacer un recorrido por las emociones de cada uno de los integrantes de la familia. En ella podemos ver que los Bélier están muy lejos de ser perfectos, todos tienen sus diferencias y se ven expuestos a emociones y situaciones difíciles de manejar. Pero aun así, y a fin de cuentas, prueban tener los valores y la fuerza necesaria para tomar decisiones y afrontarlas como lo que son: una familia.

A lo largo de esta historia somos testigos de la batalla interna desatándose dentro de Paula, quien no se siente libre de tomar una decisión donde la única beneficiada sería ella, por temor a desequilibrar la balanza que sostiene a su hogar.

Pero también podemos ver como los padres de Paula se encuentran frente a una tormenta de sentimientos encontrados al descubrir que su hija, a la que su condición de sordos nunca les ha permitido escuchar, tiene una maravillosa voz, y gracias a ella, tiene la oportunidad de ir a estudiar canto en París.

El director Eric Lartigau, al dejarnos ver el drama familiar de los Bélier, nos guía hacia un reencuentro con todas esas virtudes, defectos, pros y contras que convierten a un grupo de personas en familia.

Igual que todos, ellos pasan por momentos de vergüenza, rabia, tristeza e indecisión. Pero como pocos, se refugian y buscan ayuda en la intimidad del hogar. Nos muestran que una hija puede renunciar a su sueño para no abandonar a sus padres y a su hermano, como también nos dejan ver a los padres reuniendo fuerzas y dejando de lado el miedo para no permitir que su hija desaproveche una gran oportunidad, así eso signifique que ella se tenga que alejar.

Apoyo, unidad, respeto, solidaridad, confianza. No son características fáciles de adquirir, penosamente no logramos establecer este tipo de vínculos con todo el mundo, pero si lo logramos, se tornan invaluables en cada paso del camino.

Somos viajeros constantes destinados a encontrarnos unos con otros, está en cada quien, decidir la forma en que va a convivir con los demás.



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